Durante tu proceso de coaching va a haber sonrisas y lágrimas. Lo vamos a pasar bien, vas a disfrutar el viaje. Pero también VAS A TENER QUE METERTE EN EL AGUA, y no sólo mojarte un poco, sino que vamos a meternos hasta dentro. Vamos a llegar al fondo de ti para que puedas identificar esas creencias, miedos, patrones, y emociones reprimidas que te están limitando. Vamos a aprender a pasar esas olas que te rompen encima, te revuelcan y no te dejan avanzar. Y esto puede ser duro. Sin embargo, es un proceso imprescindible para alcanzar esa zona de SERENIDAD necesaria que nos permite tener claridad de visión para ELEGIR CON LIBERTAD qué olas queremos coger y cuál es la mejor estrategia para hacerlo.
Pero no nos vamos a quedar ahí mirando y pensando. Tenemos que pasar a la ACCIÓN, a sentir esa chispa, esa mezcla de miedo y excitación que nos produce el LANZARNOS A VIVIR, y que nos va a llevar a disfrutar, a ir a por la siguiente ola con ENTUSIASMO, esa conectarnos de nuevo con la vida y sonreír.
Pero no te confundas, yo no voy a pasar las olas por ti ni te voy a decir cómo hacerlo. Todas las RESPUESTAS ESTÁN DENTRO DE TI. Tú tienes, en acto o en potencia, todos los recursos que necesitas para surfear la vida. Yo voy a estar ahí contigo, apoyándote, animándote, ayudándote a encontrar tus propias respuestas y darte el empujoncito que necesitas para confiar en tus capacidades. Cuanto más le metas, más sacarás.